viernes, diciembre 17, 2004

[columna 11] Hay un momento cada día

Quienes me conocen o quienes me empiezan a conocer rápidamente se dan cuenta de que las fechas especiales resultan no ser tan especiales para mí. Los aniversarios, los cumpleaños, la navidad y demás generalmente no son días que yo festeje muy distinto a los demás días del año, sin embargo cosas que si acabo por sentir profundamente son los ciclos, ya sean naturales o impuestos por el razonamiento.

Ciclos de años, días, horas, círculos de la vida y demás entuertos que nos permiten poner en práctica eso que solemos llamar como experiencia y que además nos hacen poner en perspectiva los valores y las cosas importantes de las que se compone la vida. ¿Qué cuales son las cosas importantes? Cada quien tiene las propias y las mías me las reservo para algún otro tiempo, otro lugar y a lo mejor para una plática de frente y bajo un cielo claro.

Creo que hay un momento cada día que hace a ese día único y especial. Del mismo modo reconozco que cada persona que toca mi vida acaba por afectar el resultado final de una serie de eventos fortuitos y desquiciados que podemos llamar suerte o destino.

Así que por suerte o destino resulta que un año más se ha pasado y que, como buen ciclo medido con las medidas del hombre, acaba por hacerme sentir que he avanzado un año más en mi camino de vida. Y en ese avance, por destino o por suerte, me he topado con una serie de personas que han ido afectando el resultado final del lo que ustedes pueden llamar Emiliano, o como sea que me digan o me piensen.

El resultado es este "yo" que hoy sentado aquí escribe buscando las palabras adecuadas para cada una de las personas que leen esto y se que hoy no encontraré en mi diccionario interior, así que por suerte o por destino espero que mientras escribo esto a cada uno de ustedes se les ilumine esa palabra en su corazón tal cual la he sentido y tal cual quisiera compartirla.

Feliz termino de año, feliz inicio de uno nuevo.
Y por suerte o destino seguramente seguiremos ahí. Buscando, encontrando (que encontrar nada también es encontrar) y compartiendo.

Con todo mi corazón.
Emiliano o como quiera que me piensen.

Y si quieren bajar una rolita que va ad hoc, solo hagan click aquí merocles.

viernes, noviembre 26, 2004

[columna 10] Listas. No dejes para mañana lo que puedes anotar hoy.

Tomo el cuaderno, (que lo mismo puede ser agenda electrónica que notepad en la compu) y empiezo a escribir. Anoto un pequeño círculo al inicio del renglón significando que lo que empezaré a apuntar es una lista y esa pequeña bola al inicio de la frase indica que lo que estoy anotando es solo la primera de una serie de cosas relacionadas entre si por al menos alguna característica de acuerdo a mi cerebro.

Mi vida esta llena de listas, las más obvias serían las lista de pendientes del trabajo, la de compras del mercado, la de discos y películas por conseguir, la lista de teléfonos, pero resulta que hay una serie de listas que abotonan mis pensamientos a mi actuar cotidiano, pequeños cuadros mentales que ponen bullet points a mis formas y mis fondos.

Dentro de estos rubros están mi lista de amigos, la lista de mi familia, la lista de las cosas que aún no he hecho en mi vida, la lista de mujeres que han anotado su nombre en algún lado de mí, la inmensa lista de las posibilidades no seleccionadas, la reducida lista de las cosas por olvidar, la muy recurrida lista de recuerdos inolvidables, y una serie de listas que en cualquier momento se disparan para hacerse presentes en mi plática, en mis ideas o en mis actos.

De hecho esta columna empieza con una identificación que la hace parte de la lista de columnas escritas para este pasquín.

Esta costumbre de hacer listas se la debo a la memoria ineficiente que la naturaleza me proveyó. Así lo que un día comenzó con una simple anotación, terminó siendo una adminículo indispensable para que no se deslicen las chinches-tachuelas que sostienen los recuerdos en la pared adecuada dentro de mi cabeza.

Pero resulta que no solo yo hago listas. El mundo entero las hace y las utiliza como medio de comunicación, de intercambio de ideas, de medición de importancias y relevancias cotidianas. Las listas no solo relacionan las cosas en ella sino que además puede ser un buen pretexto para relacionarse con los demás, de ahí salen los chismografos tan usados en tiempos de mi mocosa infancia, las mentadas listas de las cosas que te llevarías a una isla desierta, al fin del mundo o al hotel, los top ten de la música cumbianchera, y por supuesto el tan culturoso cuestionario de Marcel Proust hecho famoso por la revista Vanity Fair. Todas las listas acaban marcando un rasgo inequívoco de la personalidad de quien hace la anotación.

Desde la manera de organizar las listas ya sea en perfectos cuadros sinápticos que relacionen todas las cosas por características o afinidades hasta las breves anotaciones hechas detrás de un boleto de metro con la lista de lo que no se nos debe olvidar, todas son reflejo fiel de la estructura de pensamiento (des)organizado del ejecutante.

Así con cada prioridad anotada vamos acomodando las listas de las cosas importantes en nuestras cabezas, nuestras preferencias, nuestros miedos y nuestras creencias más profundas. Vamos enlazando pensamientos y acabamos por hacer la síntesis perfecta de lo que pensamos es más importante para vivir. Las listas entonces acaban siendo un reflejo del alma y de nuestra percepción. ¿Así que ya solo me pregunto cual será mi primera anotación sobre mi vida?

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[Sugerencias Bibliográficas]
• The Disinformation Book of Lists
Russ Kick
The disinformation company
ISBN: 0972952942

[Sugerencias Cinematográficas]
• High Fidelity
De Stephen Frears
Con John Cusack, Tim Robbins y Catherine Zeta-Jones
Touchstone Pictures
(recomendación de Victor Iglesias)

[Sugerencias Musicales]
•Billboard Top Hits of the 90's
Varios
Rhino Records
ASIN: B00005MLV1

[Sugerencias Web]
El cuestionario Proust

miércoles, octubre 20, 2004

[columna 09] No es para quien no puede, sino para quien quiere más

El día que una pequeña píldora azul llamada Viagra llegó a las farmacias del mundo, rompió uno de los tabúes sexuales más grandes, haciéndonos reconocer que la impotencia masculina es un problema que muchos hombres enfrentan en soledad, viendo afectadas su vida sexual y su masculinidad, por tanto su valía como hombre cumplidor.

A partir de ese momento una carrera comercial entre los grandes y pequeños laboratorios médicos, comenzó por hacer que todos aquellos hombres de penes flácidos, lograran llenar de nuevo sus cuerpos cavernosos con sangre palpitante y ávida de revolcarse con cuanta mujer se pudiese. Comenzando una segunda revolución sexual para aquellos que quisieran darse la oportunidad de tener un segundo aire para el sexo.

Miles de años han influido en que al hombre le cueste trabajo hablar sobre su impotencia, además claro esta, de las infinitas burlas propias de los amigos y extraños, quienes mandarán a los impotentes a visitar algún desierto donde no ha llovido en años ya que seguramente no necesitarán ningún paraguas.

El Budismo tántrico con su divino Lingam que no es otra cosa que el falo de Shiva con el cual éste dios creo al mundo, el gigante de Cerne Abbas en Inglaterra y su enorme pito dibujado sobre un cerro, sectas cristianas como los Adamitas cuya intención es vivir como Adán en el paraíso y por eso han renunciado al uso de ropas, y demás cultos fálicos a lo largo y ancho del mundo [y sin albur], han hecho del pene en erección el motivo de sus plegarias. Misma devoción que asoma ahora en las películas porno y en nuestras tradiciones machistas, donde tenerlo grande es lo que cuenta para poder hacer gozar a todas aquellas afortunadas de encontrase con el miembro adecuado.

Por esta razón, esas mismas culturas dedicadas a adorar el miembro viril, también se han dedicado a buscar todas las maneras posibles de prolongar su erección y hacer de esta una conexión divina entre el Ying y el Yang, entre el Lingam y el Yoni, entre Pancho y su cena.

Una cantidad descomunal de pócimas y remedios afrodisíacos, llenan los anaqueles y el imaginario popular en busca del acostón más intenso y prolongado. La fama de los mariscos para hacer que el espíritu viril se ponga en marcha es reconocida popularmente y los ostiones, los camarones y los cócteles vuelve a la vida son armas recurrentes en las dietas de aquellos que después de visitar su marisquería predilecta, siguen recorriendo las calles en busca de arrimar el camarón.

Los Perfumes de pachulí, de ámbar gris, de almizcle, de algalia, las bebidas como el ajenjo o la leche de cabra, y objeto inverosímiles como los nidos de golondrina o el cuerno de los rinocerontes han llegado hasta nuestros días para que gracias a la evolución tecnológica y la calentura, se vayan perfeccionando o diversificando los métodos para alcanzar el placer de gozar y ser gozado.

De esta forma un comercio hasta entonces vetado al submundo del mercado negro, donde vendedores muy discretos ofrecían películas triple X, poppers, tinta china o yumbina, ha adquirido gracias al viagra, una cierta aceptación colectiva y ahora podemos ver al ídolo mexicano Andrés García anunciar bombas de vacío con las cuales lograremos la erección perfecta, o podemos ubicar al rey Pele reconociendo públicamente que hay hombres que necesitan ayuda, y que al igual que en el fútbol, hasta el mejor tiro se puede parar.

Ya solo nos queda preguntarnos ¿..Para que...?

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[Sugerencias Bibliográficas]
• Diccionario de la sexualidad Sagrada
Rufus Camphausen
José J. de Olañeta Editor
ISBN 8476519370

[Sugerencias Cinematográficas]
Boggie Nights
de Paul Thomas Anderson
con Mark Wahlberg, Burt Reynolds y Julianne Moore
New Line Cinema

[Sugerencias Musicales]
• Te gusta a ti ese son
Botellita de Jerez
La Venganza del hijo del GuacaRock

• Vente en mi boca
Las Ultrasónicas
¡Oh Si más...más!
Discos Termita


martes, septiembre 21, 2004

[columna 08] Peor que un gusano, medio gusano.

El otro día caminaba alegremente por las calles del barrio, simplemente perdiendo el tiempo y disfrutando de la luz y el cielo que las lluvias han dejado de color azul deslavado, cuando de repente sentí como la suela de mi zapato apachurraba algo de una consistencia muchas veces más suave que el concreto de la acera.

Cuando volteé para ver que había pisado, ahí estaba aún retorciéndose medio gusano gordo y negro con sus pelitos amarillos. El pobre azotador había perecido bajo la presión ejercida por mi peso y yacía destripado y sufriendo. Así que terminé por aplastarlo completamente.

Al verlo ahí embarrado sobre el pavimento me percate que hace años no veía uno y recordé que cuando era niño, durante todo el verano y un poco del otoño, cuando salíamos a caminar en las calles alrededor de la casa teníamos que comenzar a cuidarnos de esta plaga de púas amarillas que podían causar estragos sobre la piel debido a la afición de estos gusanos a dejarse caer desde las alturas en cualquier momento.

Al ir caminando se podía ver a algún azotador por la banqueta, y ver uno significaba que adelante habría cientos colgados de algún árbol devorándose sus hojas. Y si acaso no se llegaba a ver ninguno arrastrándose por la calle, se podía descubrir su presencia cuando bolitas negras diminutas empezaban a multiplicarse por miles alrededor de los árboles, puro excremento de gusano devolviéndole nutrientes a la tierra.

Como si de extraterrestres se tratara, estos gusanos un buen día aparecían por cientos sin que nadie supiera como es que habían llegado hasta la copa de los árboles, tal pareciera que furtivamente se hubieran instalado durante la noche cuando nadie vigilaba las hojas de los colorines, su alimento preferido, y una vez instalados ahí, maquiavélicamente se prepararan a morir aplastados entre una rechoncha nuca y una mano, no sin antes dejar su marca de fuego sobre la piel.

Hay dos teorías (o al menos son las que yo conozco) del porque estos gusanos reciben el popular nombre de azotadores, la primera y más sencilla es que estos gusanos se dejan caer de los árboles, es decir se azotan contra el suelo o contra lo que vaya pasando por debajo de ellos justo en el momento en que están practicando su deporte extremo.

La segunda versión se remonta hasta tiempos de los romanos en la cual los prisioneros eran fustigados con látigos. A los verdugos encargados de dejar en carne viva a los esclavos y prisioneros a golpes de cuero se les llamaba azotadores. Mel Gibson se encargó de dejar muy en claro el papel de estos personajes en su tan comentada película La pasión.

Los gusanos azotadores hacen lo mismo con sus púas de vivos colores, cualquiera que haya recibido a un gusano azotador de golpe sobre la piel desnuda, sabe lo que significa el escozor, la hinchazón y el tremendo dolor que esto provoca. Una autentica arma química viviente de doce centímetros de largo.

Sin embargo a principios del otoño, un buen día los árboles que habían servido de guarida para estos insectos rastreros, quedaban pelones, ni hojas, ni gusanos quedaban en sus empobrecidas copas.

Tan repentinamente como habían llegado, se habían marchado. Sin embargo, con un poco de observación se podía vislumbrar que habían dejado tras de si una serie de capullos regordetes armados de hojas y seda. Pegados en las cornisas de las casas, en los nudos de los árboles, en los lugares más insólitos habían quedado estos seres alienígenas que estaban sufriendo su transformación final. Después de algunos días los capullos harían aparecer la siguiente plaga a la cual habría que temerle el resto del otoño: Unas mariposas negras enormes, que bien podrían pasar como mensajeras de designios malditos.

Y pues ahí me tienen mirando un gusano aplastado, como si hubiera descubierto un fósil que por un momento, me hubiera ayudado a recuperar una parte de la historia de la ciudad en la que he vivido. Observaba sus pelos amarillentos y sus intestinos regados ya sin el temor infantil de ver cientos de sus congéneres en un árbol y con la conciencia intranquila por saber si acaso no habré aplastado al último gusano de su especie.

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[Sugerencias Bibliográficas]
• Ataca el gusano vampiro
R.L. Stine
Emece Editores
ISBN 9500420465

•Banquete de gusanos
Eusebio Ruvalcaba
Colofón
ISBN 9688671320

[Sugerencias Musicales]
• El Gusanito
Dj Sam
Reggaeton underground
Aries Records

[Sugerencias Cinematográficas]
• Joe's Apartment
de John Payson
con Jerry O'connell
Warner Studios
ASIN: 6305308888


• A Bug's life
de John Lasseter
con Kevin Spacey y Dave Foley
Disney/Pixar Animation
Studios
ASIN: B00001U0DR

viernes, septiembre 03, 2004

[columna 07] ¡Viva México cabrones!, patriotismos de fiesta y argüende.

El 15 de septiembre de cada año, todas las mexicanas y mexicanos (muy de moda) nos reunimos frente a televisores, en plazas, o en donde nos agarre la vena patriótica, para festejar juntos el rito del grito de Independencia.

Festejamos pues, que por la fuerza heroica de un puñado de valientes, nos libramos de las garras de los españoles mal vivientes y conquistadores, gachupines gandallas que querían vulnerar nuestra tierra, nuestras riquezas y a la madre patria, que ya había dejado de ser la española y se había convertido en la tierra de españoles nacidos en América y de mestizos compartidos.

Así que cada año, el presidente en turno, sale a su balconcito en palacio nacional a jalar la cuerda de la campana de Dolores, misma que jaló el padre de la patria, y asegún el clima político que reine en el país, se aventará una sarta de gritos recordándonos nuestra libertad, a nuestros héroes y, seguramente este año, nos recordará a la democracia ganada con el esfuerzo del voto útil.

Después del griterío, todos nos embobaremos por un rato con la maravilla de los fuegos artificiales, para después seguir en el argüende, en la jarra tequilera y por supuesto en la comilona de chiles en nogada, esquites, pozole y pambazos. Así, casi todo septiembre, los mexicanos nos volvemos patrióticos y festivos, orgullosos portadores de nuestros símbolos patrios, que acabando el mes volverán a ser olvidados hasta el fervor del siguiente año, o hasta el siguiente partido de fútbol, en el que la selección mexicana ponga los goles a su favor.

El mexican way para enseñar el arraigo patriótico, comienza en las escuelas primarias, donde cada lunes del año escolar (exceptuando en el DF, cuando la contaminación llega a niveles que solo los chilangos y las cucarachas sobreviven) se realiza el ritual nacional de festejar el lábaro patrio. Todos los niños saludan al escudo con el águila en la nopalera devorándose una serpiente y desentonan el himno nacional, convocando a masiosare quien se vuelve un ser mitológico que siempre será el extraño enemigo de todos los mexicanos.

Esta instrucción patriótica se refuerza con la ruda comparación y mítico hecho histórico de los niños héroes y la invasión norteamericana al castillo de Chapultepec. Verdaderos niños que dieron la vida por su país, y no mocosos inútiles como esos que hojean el libro de texto gratuito donde en letras de oro vienen escritos los nombres de Juan de la Barrera, Agustín Melgar, Francisco Márquez, Juan Escutia, Vicente Suárez o Fernando Montes de Oca, todos ellos enmarcados para siempre en la historia como nombres de calles o centros deportivos.

La verdad que cuando yo estudié esta parte de la historia, me sentí un inútil comparado con aquellos niños que habían dado la vida por su país, habían elevado el estándar de la entrega y el compromiso con la patria a un nivel donde yo, que apenas si salía a dar la vuelta en bicicleta, nunca alcanzaría. Al menos no me imaginaba envolviéndome en la bandera y arrojándome al vacío para impedir que un ejercito extranjero hiciera mal uso del estandarte.

Nuestra instrucción cívica, además de incluir estos hechos gloriosos acometidos por seres ideales y perfectos, se complementa con el aprendizaje nemotécnico de los artículos constitucionales, y cual pericos, todos los escuincles en edad de aprenderse de memoria hojas y hojas de las leyes fundamentales del país, lo harán para repetirlas en sendas horas de clase, donde maestras diligentes, calificaran con diez a quien mejor memoria fotográfica posea.

Muchos otros serán lo acontecimientos que como buen mexicano tendremos que conocer de la historia para empaparnos del sentir patriótico. Frases como " matemos gachupines", "si hubiera parque , usted no estaría aquí", o acontecimientos verdaderamente de superación como el de Benito Juárez que siendo un pobre indio oaxaqueño llegó a ser presidente y el benemérito de las Américas, cualquier cosa que eso signifique. O la gran lucha revolucionaria con sus caudillos históricos (a uno de los cuales debo mi nombre) y sus resultados en reformas agrarias e institucionales. Todos ellos grandes hechos que colman nuestras sienes con virtud y sapiencia de lo que significa ser mexicano.

Es entonces, Septiembre el mes de la patria®, donde con suerte, los días del festejo podrán aprovecharse para un puente y tomarse un merecido descanso en las playas más llenas o en los balnearios más atascados. Para pasear por las avenidas principales llenas de adornos luminosos y destellos coloridos de verde, blanco y rojo, para sacar del armario rebozos, huipiles y camisas de manta. Para colgarle al auto importado una banderita en el espejo retrovisor o en la antena y sentarnos en nuestros laureles patrios a disfrutar un pambazo y los fuegos artificiales. Y como no ¡Viva México, cabrones!

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[Sugerencias Bibliográficas]
• Libros de texto gratuitos
Dirección General de Materiales y Métodos Educativos
Secretaría de Educación Pública, Comisión Nacional De Libros de Texto Gratuitos.

•Esbozo de Historia de México
Juan Brom
Editorial Grijalbo SA de CV
ISBN 9700509370

• El Credo Mexicano
Ricardo López Méndez
Apachurra aquí para leer

[Sugerencias Filmográficas]
•¡Que viva México!
Sergei M. Eisenstein
Eduard Tisse

[Sugerencias Televisivas]
• El vuelo del águila
Enrique Krause y Fausto Ceron –Medina
Con Manuel Ojeda, Diana Bracho y Salma Hayek

Televisa

jueves, agosto 19, 2004

[columna 06] Mi ciudad es pesera en un cruce escondido. Mi vida entre semáforos.

La desesperación se incrementa, hemos tardado veinte minutos en recorrer media cuadra. Los enfrenones y claxonazos dejan escuchar bonitos recuerdos, mientras la lámina de los vehículos queda a centímetros del roce impidiendo el avance gandalla del que se nos quiere meter. El radio que ya solo tenemos como ruido de fondo, nos señala que justo la avenida por la que circulamos ha sido presa de un bloqueo de manifestantes contra los embotellamientos. Algún vivo inaugura un tercer carril en donde solo hay marcados dos, y ni tardos ni perezosos, otros tantos han seguido el ejemplo. En el cruce, un policía levanta su mano enguantada haciéndonos la señal de que avancemos, como si creyera que solo con su gesto hará desaparecer la larga fila de autos deseosos de avanzar. Un peatón, valiente y aguerrido, decide cruzarse entre el nudo vehicular para subir en un microbús que hace parada en el segundo carril. A tres autos de distancia, un labial acaba por pintar unos labios que se miran de lleno en un retrovisor y el semáforo sigue marcando el rojo sangriento de los minutos que llevamos aquí atorados sin avanzar.

Así se siente manejar en la ciudad de México.

Manejar es uno de los placeres que más disfruto. La velocidad, el empuje del motor, la entrada a las curvas, sentir que la potencia del vehículo me responde cuando se lo pido, ya sea al frenar, al girar o al acelerar. Es un placer que ya casi solo disfruto cuando salgo a carretera o en alguna avenida principal de esta ciudad en horarios entre las 3 y las 5 de la mañana.

Manejar en la ciudad de México es una habilidad que los chilangos hemos desarrollado siguiendo los principios de Darwin. Nos hemos adaptado para sobrevivir a las distancias y a los congestionamientos. Del mismo modo que la gente del campo sabe leer el cielo para identificar la lluvia, los chilangos sabemos medir las calles para reconocer cuando el tráfico convertirá el transito en un estacionamiento o para identificar las rutas que nos permitirán evadir una manifestación.

No he conocido ningún extranjero que recién llegado, quiera manejar en la ciudad de México.

Hemos aprendido a vivir entre trayectos interminables y hemos adaptado muchas de nuestras actividades al tiempo que nos llevará desplazarnos de un lugar a otro. Muchas veces cuando entre amigos planeamos una ida al cine, en lugar de ubicar la película que queremos ver, ubicamos la película a la cual podremos llegar de acuerdo a las condiciones transitológicas.

Si en promedio cada uno de los habitantes de esta ciudad toma en trasladarse una tres horas al día, resulta que a la semana usamos 21 horas, al mes usamos 3.5 días y al año 42 días, casi mes y medio de nuestras vidas transcurren entre semáforos, microbuses y ejes viales. Si considero que en dormir utilizo poco mas de dos meses al año. Esto reduce mi espectro para gozar de la vida y ser productivo a solo 8 meses y medio al año. Un panorama nada halagador.

Circular por mexicalpango no es cosa fácil. Además de las habilidades requeridas, el caminos en si, supone un obstáculo insalvable de las pericias de los conductores. Baches, topes, topes con baches, hundimientos, inundaciones y demás irregularidades ponen a prueba hasta a los más rudos vehículos todo terreno. Con una carpeta asfáltica que esta por los treintas años de edad en promedio, la ciudad envejece en sus calles y las llantas resienten las patas de gallo en la superficie del chapopote.

Otro de los insalvables de cualquiera que conduzca un auto, es y será en donde estacionarlo. Ya que manejar requiere forzosamente de un espacio en donde dejar el auto al terminar, encontrar este lugar también es un arte de cazador, en una ciudad donde la longitud de aceras en las cuales estacionarse, es equivalente o rebasada por la longitud de vehículos que podrían ocuparlas.

Seguramente llegará el día en que las calles no puedan dar cabida al número de vehículos que pretenden circular en ellas. Ya hemos visto ejemplos espeluznantes de esto, cuando en puentes y días festivos, la marabunta chilanga decide salir a carretera y regresar justo antes del fin del puente. Largas filas de automóviles pacientemente avanzan a paso de tortuga entre las casetas de puebla y México o entre las casetas de Cuernavaca y el DF, un espectáculo digno de los hombres más pacientes del mundo.

Vaya, si hasta en las trajineras de Xochimilco hay embotellamientos. Nos hemos vueltos expertos en vivir entre semáforos. Nuestros transportes se han convertido en lugares donde comemos, desayunamos, tenemos relaciones, empezamos a amar y terminamos cortando, estudiamos, conocemos gente, todo arriba de coches y peseros. Contrasentidos, reversazos y cláxones son la sinfonía que a diario acompaña la vida chilanga. Donde el tráfico siempre será un buen pretexto y tal como lo descubriera Einstein, el tiempo es relativo a la distancia, sobre todo si vives en el Ajusco y trabajas en Iztapalapa.

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[Sugerencias Bibliográficas]
• Un muy buen Chingazo
Sergio Ochoa Meraz
Apachurra aquí para leer


[Sugerencias Musicales]
• Un gran circo
Maldita Vecindad y los hijos del quinto Patio.
El circo
BMG

•Mambo del ruletero
Dámaso Pérez Prado
Colección de Oro
Orfeón

• La pesera del amor
Adal Ramones
Televisa.

domingo, agosto 08, 2004

[columna 05] La incuestionable liviandad del ser. Hoteles de cinco y menos letras.

Durante julio y principios de agosto fácilmente he celebrado más de 15 cumpleaños incluyendo el mío. Comentando esto con algunos amigos que también cumplen años en estos días, resulta que hemos comenzado a dudar del poder natural de la primavera para regular las cuestiones del amor y del sexo.

Haciendo ingeniería inversa o simplemente contando hacía atrás, resulta ser que noviembre, hacia finales de la temporada otoñal, es uno de los meses más calurosos, y temporada durante la cual muchos de los bebes que venimos a este mundo somos creados en aras de la preservación de la especie y del amor entre amantes, parejas, novios, esposos o como quiera que se deba llamar a las relaciones hoy en día.

Sin embargo, dejarse llevar por el placer de procrear requiere, además de la disposición de los individuos en cuestión, de un espacio que nos asegure aunque sea falsamente, que nuestra intimidad no se verá interrumpida de modo intempestivo. Por tal motivo el hombre y por supuesto la mujer, han encontrado una variedad de guaridas celestiales para la búsqueda clandestina del placer sexual.

Basta darse una vuelta por avenida Tlalpan y sus alrededores para testificar el impulso que abarrota estos recintos. En fines de semana y en quincena, las filas y la espera impacientan a los amantes deseosos y a las jóvenes doncellas que prometieron llegar temprano a casa. Parejas entran y salen, dando vida a las fachadas del hotel mientras las cortinas se cierran, las luces se encienden y las pasiones se apaciguan.

Dos días al año, los hoteles de paso registran llenos espectaculares, ya que son parte de las celebraciones que en esos días se festejan. El primero y más obvio es el día de san Valentín, día del amor y la amistad, y que mejor regalo que un enfrentamiento cuerpo a cuerpo para descubrir los límites de un te amo. El segundo festejo es el día de la secretaría, y sin ser obvio, es fácilmente entendible que el respeto, la admiración y la calentura se confabulen para que jefe y secretaria terminen siguiendo el dictado del amor y de sus cuerpos.

Parte relevante de cualquier hotel de paso es el nombre, cual promesa de lo que nos puede ocurrir dentro de sus instalaciones, se erigen con nombres de realeza y gozo. Hotel Príncipe, Hotel Duquesa, Benidorm, Quinta las delicias, Hotel Palo Alto, Motel el Recreo, culminando con el famosísimo hotel ubicado sobre eje central, el hotel Avenida.

Otra parte relevante lo constituyen sus tarifas, de doscientos a tres mil pesos, estos precios dependen de la urgencia, la importancia de la relación, el grado de freses con el que se trate a la calentura y de los servicios adicionales como sábanas limpias, gorritas para el baño o la posibilidad de poder quedarse a dormir hasta el día siguiente en que se tendrá que desocupar el cuarto.

También pequeños detalles hacen la diferencia entre estos hoteles como los controles de la televisión que pueden estar pegados al buró o deben ser solicitados después de firmar un vale, jabones chiquitos con aroma a jardines de california o rosa venus contra champús con la marca del hotel, tinas de hidromasaje, espejos en techos y paredes, canales porno en la tele, servicio al cuarto con menú o tan solo papas, refrescos y bacardí comprados directamente en recepción junto con un paquete de condones.

Inevitablemente los hoteles y moteles de paso, siempre serán catalogados como lugares de pecadores, donde individuos de mala procedencia social llevan a cabo rituales de una indecencia mayúscula. Asociados a prostitutas y sus c(a)lientes, a infieles lujuriosos, a degenerados del sexo y a un sin fin de enfermedades venéreas y crímenes de bajas pasiones, la verdad es que los hoteles de paso han cobijado los ratos íntimos de una gran parte de la población, incluidos matrimonios cansados de la rutina que su colchón de alcoba pude darles, primeriz@s que acaban de encontrar el amor entre las piernas, viud@s que apagan su tristeza en brazos de Eros, o gente común y corriente que en lugar de utilizar su hora de comida en comer, prefiere darse un atascón de carne en un encuentro sexual rapidito.


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[Sugerencias Bibliográficas]
• Me perderé contigo.
Rafael Pérez Gay
Aguilar, León y Cal Editores
ISBN 9684931700

• Hotel de los corazones solitarios.
José Agustín
Editorial Nueva Imagen SA
ISBN 9683915000

[Sugerencias Musicales]
• Ven devórame otra vez.
Los Titanes
Lo mejor de las Salsa Vol.1
Discos Fuentes

viernes, julio 16, 2004

[columna 04] ¿te acuerdas de...? El vicio de la memoria.

Siempre he tenido miedo de perder la memoria de golpe, por eso desde la primera vez que poseí una agenda, como precaución he apuntado mi nombre siempre seguido de la  indicación: este soy yo.
 
Ahora, mi teléfono celular dice lo mismo y gracias a la tecnología, mi Palm también carga consigo este recadito que siempre dejo para mi uso personal. Un recuerdo de mi, por si acaso la memoria se me desprograma un día.
 
La memoria posee una función social incuestionable. La memoria colectiva hace que los vínculos sociales se vuelvan estrechos, agrupándonos y otorgándonos la sensación de pertenencia. Tener recuerdos en común nos liga como individuos de un grupo, a una historia en común y a rasgos que nos vuelven diferentes de todos aquellos que no han vivido mis recuerdos. Gracias a esto hemos desarrollado una culto a la memorabilia.
 
Las fotografías, los videos de eventos, las subastas de cosas usadas por personalidades, los objetos heredados por generaciones, todos ellos nos ubican dentro del largo camino colectivo que estás diseñado para valorar lo acontecido en el pasado.  Estamos dispuestos a pagar sumas millonarias por objetos cotidianos usado por fulanos, ya que dentro del conocimiento histórico colectivo esos objetos representan un momento específico. Basta ver la reciente subasta del balón pateado por Beckham con el cual falló un penalti decisivo. 
 
Nos reunimos a re-contar historias para revalidarlas en grupo, para construir una única memoria colectiva de los sucesos y así ir construyendo el pasado que justifique los momentos presentes. 
 
La memoria social e histórica, también se ve afectada por estos procesos de moldeamiento sistemático, donde muchas veces el cuento es contado por grupos específicos, y se cancelan así,  otras posibilidades y rumbos del pasado que obviamente podrían afectar las decisiones para el futuro. Un caso reciente de esta desmemoria histórica provocada, es la mutilación que sufrirán  los libros de texto de secundaria, donde se pretende que la historia comience a ser contada a partir de los sucesos de siglo quince. Todo lo acontecido antes de Colón, no tiene sentido para los actuales responsables de preservar e inculcar nuestro legado histórico.
 
La comprensión de la memoria aún esta en pañales. Fisiológicamente sabemos que existen tres tipos de memoria. La memoria inmediata, la memoria a largo plazo y la memoria de habilidades. Cada una alojada en partes específicas dentro del intrincado aglomerado de células que es nuestro cerebro. Sin embargo no sabemos nada del porque ciertos eventos los grabamos tan profundamente en nuestra memoria, mientras otras más se borran casi de inmediato, ni hemos descubierto como es que el cerebro distingue aquellos impulsos que deben ser considerados dignos de permanecer en el tinglado de neuronas, ni porque algunas veces estos hilos conductores del recuerdo fallan brutalmente, como en el caso del Alzheimer.
 
Bien dicen que recordar es volver a vivir. Ya que la memoria está vinculada con los procesos de regulación del cuerpo. Mientras los recuerdos se borran, los lazos entre las neuronas se rompen o se debilitan, entonces la capacidad del cerebro se ve disminuida y los pacientes se olvidan de su historia, de sí mismos y por último se olvidan de las funciones más simples para la vida como comer, respirar o latir.
 
Si bien en el ámbito fisiológico la comprensión de la memoria es compleja y en lo social puede servir como control colectivo o de dominación, en un plano individual, la memoria nos hace únicos. Nadie más tiene mis recuerdos, ya que nadie más a estado en mis zapatos viviendo mi vida.
 
Esta unicidad que nos otorga la memoria, esta formada por mis recuerdos y por los recuerdos que las demás personas tienen de mí. La memoria es entonces un flujo bidireccional en el que al mismo tiempo que yo me estoy formando los trazados neuronales para recordar, estoy siendo participe del mismo proceso en alguien más. Sin embargo ambos recuerdos serán tan diferentes entre sí como dos continentes, ya que son la interpretación intima y personal de la realidad.
 
Este soy yo,  me recuerda mi agenda electrónica mientras busco mi propio número de teléfono para dárselo a un amigo. Gracias a la tecnología cada vez intento aprenderme menos cosas de memoria, y la frase: este soy yo, se hace presente más rutinariamente.  El único consuelo es que cuando por fin ya no logré recordar nada, todos los días podré conocer a gente nueva.
 
 
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[Sugerencias Bibliográficas]
• La visión de los vencidos
Miguel León Portilla
Promo Libro
ISBN 8449203562
 
• Serie Memoria del Fuego
Eduardo Galeano
Siglo XXI editores
ISBN Varios
 
[Sugerencias Musicales]
• El Álbum
Los Aterciopelados
BMG Latin
 
[Sugerencias Cinematográficas]
• Memento
de Chistopher Nolan
con Guy Pearce, Carrie-Ann Moss y Joe Pantoliano
Columbia TriStar Home Entertainment
 
• Memorias de Antonia
de Marleen Gorris
con Willeke van Ammelrooy

Transeuropa Video Entertainment


lunes, julio 12, 2004

[columna 03] Jalan más dos implantes que dos carretas.

¿Qué le ves si está toda operada? Me preguntó alguna vez una amiga celosa mientras yo solazaba mi mirada con aquellas curvas creadas por la mano de un cirujano experto. La respuesta a la pregunta era obvia.

De acuerdo a la American Society for Aesthetic Plastic Surgery, la liposucción y el aumento del busto fueron las dos opciones quirúrgicas que más mujeres llevaron acabo en Estados Unidos durante 2003. Cada vez son más y a menor edad las mujeres que recurren al quirófano para embellecer todo aquello que la naturaleza acomodó de manera azarosa.

La belleza tiene precio, o como diría una amiga, "el ejercicio es la cirugía plástica de los pobres" y vaya que tiene razón. Sin haber pisado un gimnasio, mi amiga tiene todas las curvas y los pliegues adecuados para que cualquier hombre voltee a verla. El único esfuerzo fue a la hora de pagar la cuenta.

En México, al menos, la cirugía plástica estética sigue siendo terreno casi ciento por ciento abarcado por las mujeres. El machismo, la idiosincrasia y el temor de encontrar algún vestigio de homosexualidad en el super yo, han alejado a los hombres de esta práctica que hace que muchas mujeres adquieran mayor confianza y seguridad en sí mismas. Sin embargo el número de hombres que soportaron el corte del bisturí, a cambio de un aspecto varonil y seductor, es cada vez mayor.

La cirugía plástica estética ha batallado para ocupar un lugar respetable dentro de los anales de la ciencia médica. El término "plástica" ha ocasionado que se le asocie a lo banal y a lo desechable, dándole un toque marcado por la falsedad o al menos la suplantación de lo verdadero y natural. Sin embargo este término proviene del vocablo griego plastikos cuya traducción sería moldear o dar forma. Así que la cirugía plástica estaría más cercana a la escultura que a la asociación de silicona que solemos colgarle.

La búsqueda de la belleza siempre ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad. Así que porqué no llevar esta búsqueda a los terrenos más mundanos o más etéreos, según la propia concepción del cuerpo, y ponerla a funcionar en pos del ego, la seguridad, la atracción y por supuesto del sexo.

La industria del sexo ha sacado provecho de esta búsqueda siendo pionera en la extensión y variedad de estas operaciones. Sobre todo cuando la fortuna personal proviene de la firmeza de las carnes, entonces la cirugía plástica se vuelve una inversión con la cual alargar la vida profesional. Labios, nalgas, bustos, penes, costillas, ojos, cuello, panzas, vaginas, piernas, narices y casi todo lo que la piel cubre es susceptible de ser operado estéticamente. Las mujeres inalcanzables del cine porno, son sueños húmedos de colágeno en las mentes de muchos de nosotros hombres en edad de merecer.

Al igual que la industria porno, la ciencia también ha sido participe de este encanto financiero por mantener la firmeza y las tallas "al busto" del cliente. Diferentes compañías han invertido millones de dólares en desarrollar técnicas quirúrgicas e implantes de alta tecnología para que el moldeado del cuerpo sea cada vez más natural y perfecto. Implantes de gel de silicón, implantes salinos, implantes de polipropileno, inyecciones de la toxina Botulinum A mejor conocida como Botox®, la liposucción asistida por ultrasonido, inyecciones de colágeno, dermoabrasiones y demás, prometen el encuentro con la belleza instantánea una vez pasado el dolor del corte o de la aguja. Incluso ya se habla de realizar transplantes faciales completos en un futuro no muy lejano, terrenos donde la realidad se parece cada vez más a las películas.

Dentro de estos avances científicos, la biotecnología y la genética no tardarán en ofrecer al mundo soluciones que nos alteren los genes de tamaños y volúmenes como resultado de sus sendas investigaciones. Esta idea salida de la ciencia-ficción ofrece una nueva versión de la fuente de la eterna juventud, donde el genoma humano será la pieza clave para mantenernos delgados, con la nariz respingada y sin arrugas por toda nuestra vida.

¿Qué le ves si está toda operada? Alguien me preguntó alguna vez, mientras yo recordaba las Barbies de mis hermanas y mis primas. En aquel entonces el plástico se sentía artificial y no me devolvía el saludo con una amplia y bella sonrisa.

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[Sugerencias Bibliográficas]
• Historia del pecho
Marilyn Yalom
Tusquets Editores S.A.
ISBN 8483105616

• Mi teta izquierda
Ana Blesa
Nuevo extremo
ISBN 950968161X

[Sugerencias Musicales]
• Las despechadas
Darío Gómez
RCA Intl.

• Tómala
Los Tetas
Universal Latino

[Sugerencias Cinematográficas]
• Contra cara (Face/Off)
de John Woo
con John Travolta y Nicolas Cage
Paramount Studio

viernes, julio 09, 2004

[columna 02] La polaca mexicana o esta bola de curules.

Ayer jueves 8 de julio, dos de los partidos políticos mexicanos dieron a conocer los sueldos que reciben sus dirigentes, pagados de la mochada presupuestal que reciben gracias a que muchos mexicanos responsables pagamos nuestros impuestos.

Estos buenos para nada, tienen sueldos que van de los 37,000 a los 105,000 pesos mensuales. El salario mínimo es de 16,286.40 pesos al año, o su equivalente mensual de 1,357.20 pesos.

Esta simple reflexión numérica, ya no digamos social ni histórica, hace que me avergüence de pertenecer a un sistema político, supuestamente democrático, al cual los ciudadanos le hemos dejado hacer y deshacer y cuyo único interés es velar por los beneficios personales, por los patrimonios privados, y por intereses económicos oscuros con una total impunidad.

Los políticos se han ganado el descrédito a pulso. Las instituciones políticas son semillero de una runfla de haraganes vividores del presupuesto y no conformes, se vuelven forjadores de fortunas a costa del bienestar de la sociedad mexicana.

Yo me pregunto que pasaría si cada vez que me pidieran resultados en el lugar donde trabajo, en vez de mostrar avances, proyectos desarrollados y mediciones de mejoría o análisis, solo me limitara a decir que debido a que otros departamentos no se unen a mis objetivos y a que las condiciones en las cuales se ha desarrollado el trabajo son difíciles, no he podido avanzar ni concretar ninguno de los proyectos que presente al inicio de año, pero que mi voluntad esta en que la empresa llegue a beneficiar a todas las empleadas y empleados que en ella laboran.

La democracia no empieza ni termina con el voto un día de elecciones. La etimología de la palabra democracia proviene de los vocablos griegos demos o pueblo y kratos o autoridad, por tanto la democracia no es más que la autoridad del pueblo para tener injerencia en las decisiones de Estado. El presidente, los gobernadores, los diputados y demás curules, son nuestros empleados y representantes, por tanto deberíamos supervisarlos como tales.

Hay quienes gritan y se enojan con meseros, secretarias o subordinados cuando el servicio o el trabajo está mal hecho, del mismo modo deberíamos gritar y manotear cuando la incapacidad o inutilidad de quienes están en el gobierno retrace el avance social de México.

Durante mucho tiempo las cosas han funcionado en este país del revés. La clase política toma los rumbos que de acuerdo a su juicio y conveniencia ellos deciden. ¿Quien de nosotros decidió crear una inmensa deuda externa?, ¿quién de nosotros decidió el rescate carretero?, ¿quién de nosotros decidió el rescate bancario?. ¿Quién de nosotros ha sido consultado cuando los políticos aprueban sus aumentos saláriales o sus prestaciones?

Hasta donde sé, ninguno de nosotros ha sido consultado más que por medio de un plebiscito para construir un segundo piso sobre viaducto y periférico. Sin embargo todos los que vivimos en este país estamos pagando los costos sociales y económicos de todas y cada una de esas decisiones.

Me pregunto yo si podré llegar al área de recursos humanos y decir que yo solo me he aprobado un aumento de sueldo y que a partir de hoy voy a ganar 105,000 pesos mensuales.

La clase política aunque jumenta y culpable, no es del todo responsable. También lo somos los otros millones de mexicanos que creemos las palabras vacías en discursos de toma de posesión o que nos dejamos convencer por cifras maquilladas de pobreza o desempleo. También somos culpables por sentir que debemos pleitesías al poder, cuando en realidad el poder debería servir al pueblo.

Nosotros deberíamos ser los dueños de las mansiones en las lomas o los dueños de terrenos inmensos en punta diamante. Nosotros somos los que deberíamos tener sueldos millonarios y no esas pandillas de atracadores del erario que solo sirven para desangrar los presupuestos que podrían dedicarse a combatir la pobreza con trabajo y educación, o a crear la infraestructura que este país necesita para incluir a otros tantos mexicanos olvidados de la representación política. La cara se me cae de vergüenza.

Generalmente escribo para pitorrearme de las cosas más banales que voy encontrando por mi vida. En esta ocasión y con toda la mala leche del hartazgo, decidí hacer a un lado la columna 02 que ya había escrito y la reemplace por esta otra que me parece más urgente o necesaria. No porque mis reflexiones vayan a cambiar algo, querido lector o lectora, sino simplemente porque quiero sumar mi voz a otras muchas voces, que se empiezan a oír como un ruido de fondo que va creciendo.

Así imagino yo que comienzan las revoluciones.


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[Sugerencias Bibliográficas]
• Instrucciones para vivir en México
Jorge Ibargüengoitia
Editorial Joaquín Mortiz SA de CV
ISBN 9682704057

•Los presidentes
Julio Scherer García
Editorial Grijalbo SA de CV
ISBN 9684196245

[Sugerencias Musicales]
• Gimme tha power
Molotov
Universal Latino

[Sugerencias Cinematográficas]
• Todo el poder
de Fernando Sariñana
con Demian Bichir
Fox Home Entertainment

martes, julio 06, 2004

[columna 01] Ojos que no ven o este corazón tan miope.

Todas las mañanas cuando despierto, lo primero que hago es buscar mis anteojos. Siempre los busco en el mismo lugar, siempre con la precisión metódica de saber que si los lentes no fueron colocados ahí la noche anterior, en la mañana perderé tiempo valioso en buscar algo parecido a unos lentes con la única ayuda del tacto. ¿Alguna vez han intentado buscar algo perdido con los ojos cerrados?

Veo mal desde que tengo 6 años y uso lentes desde los 7. La imagen mental que yo tengo de mi siempre viene acompañada de mis lentes. Cuando me sueño, es con anteojos, y he tenido pesadillas donde perder mis ojos postizos ha sido el hilo de terror que condujo mi sueño hasta sumirme en una miopía onírica insoportable.

A ojo de buen cubero los problemas de la vista son la más común de las discapacidades, si uno voltea alrededor es casi imposible que no haya alguien portando esos armazones con micas de policarbonato de fondo de botella, o su equivalente de metacrilato dentro del ojo en forma de lentes de contacto.

Sin embargo, si cualquiera de nosotros busca la lista de las discapacidades más comunes, encontrará que las relacionadas con la vista aparecen relegadas hasta el octavo o noveno lugar, ya que solo se considera discapacidad cuando uno ha perdido mas del 90% de la visión, así que todos aquellos que usamos lentes de fondo de botella pero que aún vemos no somos cuantificados más que en el “ya casi estas ciego, pero todavía ves”.

Mi ego se siente relegado. Y no porque quiera yo ser considerado discapacitado o, en lenguaje políticamente correcto, una persona con capacidades especiales, sino simplemente porque desde los 7 años he tenido que soportar motes, apodos y referencias al uso de estos adminículos para ver, que considero una rotunda gandalles que ni siquiera se me considere como parte de una estadística.

Cuatrojos, cegato, cuatro lámparas, ojos de botella, topo, ciego, ojos de lupa y frases como: “!Chale, con tus lentes veo el futuro¡”, “un poco más y usas perros de contacto”, “¿no te mareas?”, o la muy inocente “¿ y sí ves bien?”, son solo algunos de los improperios que los que usamos lentes tenemos que oír más de una vez en la vida.

Siempre he pensado que de quererlo, tendría derecho a estacionarme en los lugares reservados para discapacitados. Total si me quito los anteojos, aunque veo manchas de luz, créanme que soy completamente nulo para navegar en este mundo. Nunca lo he hecho, ya que solo imaginarme la discusión bizantina entre los “polis” y yo, tratándoles de explicar que mi miopía y astigmatismo deberían ser considerados y que por lo tanto, el que no me dejen estacionarme en esos lugares representa un cierto grado de discriminación, me resulta completamente obsceno. Como si usar lentes fuera distinto a usar muletas o sillas de ruedas.

Muchas veces también me han preguntado si acaso no pienso en operarme, a lo cual mi respuesta siempre es: “primero estoy ahorrando para la operación de cerebro”, acto seguido siempre tengo que dar explicaciones sobre mi propia percepción, que si los lentes me favorecen porque me tapan un poco la cara, que sin lentes me siento como desnudo, y una sarta mas de explicaciones inútiles y malogradas, ya que nunca he podido argumentar en un cien por ciento la simbiosis existente entre mis lentes y yo.

Créanlo o no, los lentes ya son una extensión obligada de mi cuerpo, son una percepción sensorial constante, son realmente como un brazo, o como una parte más que conforma mis ojos. Y como tales, sufro cuando ya no pueden cumplir con su labor de hacerme ver claro este mundo.

Mis anteojos han estado siempre en los momentos fundamentales de mi vida. Cuando acabé la escuela se graduaron conmigo, se apersonaron en los primeros besos que dí, de los cuales nunca salieron bien librados ya que siempre quedaron embarrados con una marca de mejilla. Se han empañado con el calor generado por algún otro cuerpo junto al mío. Cuando corriendo bajo la lluvia de la mano de alguna mujer, se derritieron con el agua al igual que mi corazón. Incluso cuando alguna chica intento arrebatármelos pensando que así sería más cómodo para mi el acurrucarme a su lado, se defendieron con estoicismo hasta volver a su lugar por encima de mis orejas.

Soy un cuatrolámparas empedernido, y aunque el rayo láser y las técnicas quirúrgicas estén sustentadas en tecnologías de la era espacial, mis lentes y yo, aún no vemos el día en que habremos de separarnos, ese día mis anteojos se llevaran los recuerdos más borrosos mientras yo me hago de la vista gorda.•

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[Sugerencias Bibliográficas]
• La Novela del Adolescente Miope
Mircea Eliade
Monte Avila Editores Latinoamericana
ISBN 9800109099

• Ensayo sobre la ceguera
José Saramago
Alfaguara
ISBN 9681908716

[Sugerencias Musicales]
• Amor Ciego
Gilberto Santa Rosa

lunes, julio 05, 2004

[Columna 00]La marcha bien o Soy totalmente autoacarreado.

totalmente acarreado
En México existe la cultura de la marcha, en lo personal he asistido a muchas manifestaciones para protestar o reclamar por causas diversas desde que tenía diez años. Así que mi experiencia marchística es, si no amplia, podría decir que considerable.

Estuve en manifestaciones del partido socialista unificado de México, en la marcha estudiantil de las antorchas en noviembre del 86 y algunas otras marchas del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), en las marchas después del fraude en el 1988, en la manifestación involuntaria que se formó en el zócalo cuando Salinas dio su primer grito de Independencia reclamándole el fraude electoral, en marchas de huelgas estudiantiles cuando estudiaba en la UAM, en la megamarcha zapatista del zócalo, en marchas contra la guerra en Irak y Kuwait, en fin, tengo una buena distancia recorrida entre marchas y sus reclamos como mitote de las sociedades que se manifiestan, así dicho como si fuera título de tesis.

Con este background llegué el domingo 27 de Junio a marchar contra la violencia y la impunidad en una expresión de mi voluntad cívica. Así que vestido con lo único blanco que encontré en mi guardarropa me uní a dos amigas que también hicieron eco a este llamado ciudadano.

Sin embargo, cuando llegamos a algunas cuadras del Ángel de la Independencia, comencé a notar que esta marcha no era como ninguna a la cual yo hubiera asistido anteriormente. Lo primero que me saltó a la vista, fueron unas playeras de marca con su perfecto estampado de “SI A LA PENA DE MUERTE” y un logotipo muy mono de una calaverita. En ese momento externé mi inconformidad y en mi eterna desconfianza hacia los medios y hacia los gobiernos, pensé que esa sería la nota amarillista del día, “Miles de personas marchan exigiendo a las autoridades la instauración de la pena de muerte“ en ese momento juro que me hubiera gustado irme de ahí.

Me concentré un poco e hice un esfuerzo por ser tolerante hacia la intolerancia y seguimos avanzando entre la gente que orgullosa portaba el castigo de muerte en su pecho o en pancartas y junto con mis amigas nos incorporamos al contingente, mientras la sensación de que estar en desacuerdo con esas playeras y con esas pancartas me hacía necesariamente quedarme, como si mi voz dentro de una voz más grande y plural pudiera manifestarse también contra la ley del ojo por ojo, la cual me parece una medida caduca y generadora de más violencia.

Una vez ya dentro otras cosas me parecieron diferentes. Generalmente cualquier manifestación pública causa revuelo, no porque la gente del campo se manifieste, no porque estén los maestros exigiendo aumentos salariales, no porque vengan los de Atenco a exigir x o y con golpes de machete, sino porque la gente de automóvil se verá bloqueada por horas para llegar a sus casas o a sus trabajos. Las marchas se han convertido en un estorbo con el que hay que lidiar. Así que lo segundo que llamó mi atención fue esta cantidad enorme de gente bonita cuya virginidad marchistica era vulnerada por primera vez y que por primera vez estas personas sintieran que una marcha sirve para decir algo y no solo como un estorbo al cual sortear para llegar a ver la tele por cable después de un día arduo de trabajo.

Nunca había visto yo a señoras de peinado de copete coreando consignas y al mismo tiempo hablando de las vacaciones de sus hijos en el extranjero, a marchistas pendientes de sus celulares, ni tanta ropa fashion junta en una demostración pública que no fuera un concierto en el auditorio.

Quedé totalmente extasiado. Por un momento me pareció ver una conciencia más grande que por fin había logrado permear a la sociedad civil fuera de clases e ideologías. Desperté rápidamente cuando a mi llegó perdido como balazo el comentario que alguien soltó al aire: “si que los maten a todos y también a los del PRD”. Las ideologías y las clases aún se interponen en el camino.

Aún así, un poco desilusionado, marchamos mis amigas y yo hasta la torre latino, ahí nos separamos por 42 pisos del contingente y vimos la masa blanca contra la violencia avanzando a paso firme contra el zócalo de la ciudad. Ahí arriba se escuchaban los gritos de “México, México, México…” y el matiz de esa mancha de gente, retomaba su unicidad contra la intolerancia, la violencia y la impunidad.

Ya mucho se ha hablado sobre este reclamo masivo, de todo lo dicho muy poco ha salido de la boca de nuestros gobernantes y representantes. El gobierno federal, los gobiernos locales y los partidos políticos han brillado por su incapacidad de comprender lo que la ciudadanía ha reclamado, ojalá se hubiera vuelto a corear en la marcha la vieja consigna sesentayochera de “la imaginación al poder”, y con ella invocar el pensamiento crítico y alterno para solucionar los problemas que México enfrenta.

En fin, después de todo el revuelo mediático de declaraciones que la marcha ha ocasionado, sigue la pregunta obligada, ¿y ahora que?

La pregunta por si sola me emociona, ojalá ahora sí, todos esos marchantes primerizos y añejos nos hayamos percatado de las múltiples realidades del país y que estemos pensando en soluciones incluyentes y de fondo. Que la sociedad civil haya dado un paso adelante en su ingerencia sobre el rumbo de México y que su manifestación por ser social se convierta, por definición, en la participación política que lleve los cambios reales y las esperanzas comunes a gobernar. Insisto, la imaginación al poder.

¿Y ahora que? La misma pregunta me preocupa demasiado. Ojalá que esta marcha no se convierta en bandera del raiting televisivo y en la noticia de moda, y que si ponga a rodar los engranes que pueden hacer cambiar a este país y no solo a los resortes del oportunismo. Que la marcha no sea una respuesta únicamente a los secuestros en Perisur o a los robos de camionetas, y si contra la violencia mas cruel como lo es el hambre, la pobreza, el desempleo, la corrupción, la impunidad y la profunda desigualdad social. Que los pasos dados lleguen a ser escuchados por la polaca sorda y por los intereses económicos, y que los mismos pasos alcancen para que TODOS los mexicanos lleguemos. Que los marchantes ahora cuando vean la tele y observen a los campesinos, a los obreros o a los indígenas tomando las calles, también los consideren parte de la “sociedad civil”, para que sus reclamos también salgan en horarios Premium de televisión y sus peticiones sean analizadas por la clase intelectual autodenominada pensante. Que la “sociedad civil” no se crea únicamente representada por la alta sociedad. Que la pena de muerte no se imponga, porque significaría un retroceso mayúsculo en todo lo avanzado. Que la marcha no quede únicamente en la anécdota dominguera para contarla en borracheras.

“Soy totalmente autoacarreado” gritaba una pancarta desde el anonimato de la marcha, y me quedo pensando si acaso vendré vestido lo suficientemente de blanco como para que mi voz sea escuchada. •


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[Sugerencias Musicales]
• La Marcha de Zacatecas
Genaro Codina Fernandez

• When the saint's go marchin' in
Louis "Satchmo" Armstrong

[Sugerencias Escénica]
• Las viejas vienen marchando
Teatro Manolo Fábregas

• Los Miserables
Centro Cultural Telmex 1